La braquioplastia, también conocida como lifting de brazos, es un procedimiento quirúrgico que se realiza para tratar la flacidez y el exceso de piel en la parte superior de los brazos. Esta condición puede ser causada por la pérdida de peso significativa, el envejecimiento o factores genéticos.
Durante una braquioplastia, se realiza una incisión en la parte interna del brazo, generalmente desde la axila hasta el codo. A través de esta incisión, se elimina el exceso de piel y grasa, y se tensa y remodela los tejidos restantes para lograr una apariencia más firme y tonificada. En algunos casos, también puede ser necesario realizar una liposucción para eliminar el exceso de grasa adicional.
La braquioplastia es un procedimiento quirúrgico más invasivo y requiere un tiempo de recuperación adecuado. Después de la cirugía, es común experimentar hinchazón, hematomas y molestias temporales. Se proporcionarán instrucciones postoperatorias para el cuidado adecuado, que pueden incluir el uso de prendas de compresión, la limitación de la actividad física y el cuidado adecuado de las incisiones para promover una recuperación óptima.
Es importante tener en cuenta que la braquioplastia dejará una cicatriz visible en la parte interna del brazo. La longitud y la apariencia de la cicatriz pueden variar según la técnica utilizada y las características individuales de cada paciente. El cirujano plástico le informará sobre las opciones de incisión y cómo se verá la cicatriz resultante.
Es fundamental consultar con un cirujano plástico certificado y experimentado en braquioplastia para evaluar si el procedimiento es adecuado para usted y discutir sus expectativas y objetivos específicos. El cirujano podrá realizar una evaluación completa, discutir las opciones disponibles y proporcionar recomendaciones personalizadas para lograr los mejores resultados posibles. También es importante discutir los riesgos y las posibles complicaciones asociadas con el procedimiento antes de tomar una decisión informada.