La abdominoplastia, también conocida como cirugía de abdomen o «tummy tuck», es un procedimiento quirúrgico que se realiza para mejorar la apariencia del abdomen al eliminar el exceso de piel y grasa, y reparar los músculos abdominales debilitados o separados. Es especialmente útil para personas que han experimentado cambios significativos en el abdomen debido a embarazos, fluctuaciones de peso o envejecimiento.
Durante una abdominoplastia, se realiza una incisión en la parte inferior del abdomen, generalmente de una cadera a la otra. La longitud y ubicación de la incisión pueden variar según las necesidades y preferencias individuales del paciente. A través de esta incisión, se elimina el exceso de piel y grasa, y se tensan los músculos abdominales para crear una pared abdominal más firme y tonificada.
En algunos casos, se puede realizar una liposucción adicional para eliminar el exceso de grasa en áreas específicas del abdomen. Además, si es necesario, el ombligo puede ser reposicionado para que se ajuste a la nueva apariencia del abdomen.
Después de una abdominoplastia, se requiere un período de recuperación. Puede experimentarse hinchazón, moretones y molestias temporales, los cuales pueden controlarse con medicamentos recetados por el cirujano plástico. Se proporcionarán instrucciones postoperatorias detalladas, incluyendo cómo cuidar las incisiones, el uso de prendas de compresión y las limitaciones en la actividad física durante el proceso de recuperación.
Es importante tener en cuenta que la abdominoplastia es un procedimiento quirúrgico mayor y, como tal, conlleva ciertos riesgos y posibles complicaciones. Por lo tanto, es fundamental consultar con un cirujano plástico certificado y experimentado en abdominoplastia para evaluar si el procedimiento es adecuado para usted. El cirujano podrá realizar una evaluación completa, discutir sus expectativas y objetivos específicos, y ofrecer recomendaciones personalizadas para lograr los resultados deseados.